Llevar el marketing de tu negocio no tiene por qué convertirse en una carga más.
Es cuestión de organizarse y priorizar.
Además, debes tener en cuenta que el marketing está hecho solo para ayudarnos a generar lo que buscamos: clientes, ingresos, reconocimiento…
Entonces, no hay que verlo como una carga sino como un aliado.
Por eso, es vital que incluyas dentro del plan de acción de tu negocio, lo que necesitas hacer en materia de marketing para cumplir tus metas.
Es decir, qué vas a hacer para conocer mejor las necesidades de tus clientes y cómo vas a llegar a ellos con ofertas que realmente les generen valor.
En este post te mostraré el método que utilizo para organizarme con todo.
Es un plan sencillo para emprendedores que necesitan una guía fácil de implementar.
Y que además les permita llevarlo a cabo, sin descuidar otras áreas de su negocio.
Acotaciones:
1- Antes de empezar es importante que tengas listo el análisis de tu mercado. En decir: quién es tu público objetivo; cómo está tu competencia; y qué oportunidades o desafíos tienes en ese contexto.
2- También te recomiendo trabajar primero en tu plan básico de comunicaciones. Así tendrás claridad de cuál es tu mensaje; qué canales de comunicación le convienen más a tu negocio; entre otros aspectos clave para que la comunicación entre tu marca y tus clientes sea coherente y fluida.
3- Para planear tus acciones de marketing no es necesario que empieces en enero. El siguiente esquema lo puedes utilizar a mitad de año o cuando estés en periodo de pausa. Lo importante es empezar a organizarse.
¿Qué encontrarás en este artículo?
1- Define los objetivos de tu negocio
Tu punto de partida siempre son tus metas.
Económicas: cuánto esperas facturar en un año. Si estás arrancando te vendrá bien hacerlo por semestre para que puedas hacer un mejor cálculo.
Posicionamiento: qué lugar deseas ocupar en la mente de tu público objetivo.
Esto tiene relación con el diferencial de tu negocio. Si te das cuenta, ese valor agregado que ofreces es lo que las personas recordarán de tu marca. Si no tienes claro cuál es tu diferencial mira este post: cómo diferenciarse de la competencia en 3 pasos.
La meta de posicionamiento vale la pena plantearla mínimo a un año. No es algo que se logre de la noche a la mañana.
2- Marca tus eventos y fechas clave
Ahora toma un calendario. Personalmente armo el mío en una tabla de Excel para que me queden los cuadrantes a mi gusto. Utiliza el sistema que mejor se acomode a tu estilo.
Revisa en los próximos meses qué acciones llevarás a cabo para cumplir esos objetivos definidos arriba.
Por ejemplo: lanzamiento de tu primer curso online de cocina sin gluten.
A la hora de planear estos eventos, debes tener en cuenta las fechas especiales para tu cliente (cuándo abordar a tu cliente para vender más).
Ten en cuenta cuando suele adquirir un producto o servicio como el tuyo; o cuándo toma vacaciones y posiblemente no le interesará tu oferta.
Considera también esas fechas importantes a nivel mundial, nacional o regional.
Analiza si las puedes aprovechar para hacer ofertas especiales o reforzar tu presencia de marca.
Por ejemplo: muchas marcas aprovechan el mundial de fútbol para lanzar promociones o generar contenidos que enganchan con su audiencia. Para otros es tiempo de vacaciones porque la atención del usuario está tan saturada que no vale la pena generar más campañas e información.
Eso dependerá del tipo de negocio que tienes y de las oportunidades que busques.
3- Transforma esos eventos y fechas clave en objetivos
Cuando ya sabes cómo estará tu año / semestre / trimestre, es hora de ponerte metas.
Retomando el ejemplo de arriba:
Si un evento que tienes en la lista es: hacer el lanzamiento de tu primer curso online de cocina sin gluten el objetivo podría ser:
«Publicar la landing page de mi primer curso online de cocina sin gluten en la segunda semana de septiembre».
Ahora piensa en todas las actividades que debes realizar para alcanzar ese objetivo en esa fecha.
Escribe cada actividad al detalle. Puedes empezar con las actividades más grandes y luego las vas desglosando en mini tareas.
Esto te permitirá ver todo el trabajo que tienes por delante. Así podrás planear esas actividades con el tiempo necesario.
Considera qué actividades necesitas delegar o cuáles te tomarán un tiempo extra porque no sabes como hacerlas.
Para el caso de la landing page debes considerar:
1- ¿Tienes una web para montar la landing page o te sale mejor utilizar un sistema externo?
2- ¿Quién se encargará de los diseños y los textos? ¿Tienes los conocimientos y el tiempo para hacerlo por tu cuenta?
3- Una vez esté lista ¿cuál es el siguiente paso? ¿qué estrategia utilizarás para lograr que tu público aterrice en esa landing page y conozca tu nuevo curso?
4- Define qué actividades realizarás cada mes
En este punto compartiré contigo 2 tipos de planeadores que puedes tomar como referencia.
El primer planeador es mucho más esquemático. Allí puedes poner tus metas; objetivos específicos con sus respectivas actividades; los tiempos e indicadores para ir midiendo avances.
Esta plantilla me resultó bastante útil en el pasado cuando estaba a cargo de un departamento de comunicaciones.
Sin embargo, hoy en día ya no la uso. Como mi atención está en múltiples áreas, no solo en marketing y comunicaciones, me ha dado mejor resultado un esquema por meses.
Esta plantilla la divido por meses (horizontal) y las áreas estratégicas de mi negocio (vertical).
A los clientes que les he compartido este esquema, les ayudo a adaptarlo a sus áreas estratégicas de negocio.
La idea aquí es que incluyas tus objetivos y las actividades más grandes. Cada uno con un color diferente para que los puedas diferenciar.
Esto te permitirá establecer por meses en qué te debes concentrar, por cada área, para alcanzar esos objetivos que están allí marcados.
Cada vez que he alcanzado una serie de actividades y he cumplido un objetivo lo pongo en verde. Eso me permite saber qué voy avanzando…
5- Pon el foco en lo importante cada día
Para que puedas avanzar con el plan (con cualquiera de los esquemas), es importante que cada día tengas claro en qué te vas a concentrar.
Te cuento cómo lo hago yo.
Las citas y las actividades prioritarias por área las agendo en mi calendario de Google. Esas actividades las defino cada semana de acuerdo al plan del mes.
Para darle orden a mi agenda, decidí dejar días marcados para trabajar en cada área. Esto me permite estar enfocada en una sola cosa importante a la vez.
Y para no agobiarme con tareas gigantes, cada actividad la desgloso en mini-tareas; así me resulta más fácil darles un espacio concreto en mi planeador semanal.
Actualmente uso el planeador de la foto arriba. Lo que me gusta de este tipo de agendas es que puedo ver cómo será mi semana. Además, tengo espacio para hacer anotaciones en la parte de arriba. Al finalizar la jornada, reviso lo que está listo y lo pongo en verde. Lo que me quedó pendiente lo dejo en amarillo para desarrollarlo al día siguiente.
Tip: deja días marcados para actividades específicas. Eso te permitirá tener una rutina y darle prioridad en tu agenda a lo más importante.
Seguramente llegarán semanas donde debes dedicar más tiempo a un área que a otra. Lo importante es que no sea cosa de todos los meses.
Si esto te pasa, puede ser hora de delegar o de revisar prioridades…
Este es, a grandes rasgos, el método que utilizo con mis clientes en mis programas de asesorías personalizados.
Siempre lo incluyo porque lo considero imprescindible para que puedan implementar su estrategia, sin descuidar las demás áreas del negocio.
Espero que tu también lo puedas implementar.
Cuéntame en los comentarios si la información fue de utilidad.
Como siempre, gracias por leer, volver y estar allí
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