¿En qué piensan tus clientes, tus empleados, tus proveedores cuando escuchan el nombre de tu empresa? ¿Qué sensación experimentan cuando entran a tu oficina o cuando ven uno de tus anuncios?
Pues esa imagen y esos sentimientos que despierta la marca que has construido alrededor de tu empresa, se lo debes a la gestión (buena, mala o nula) que has hecho del branding.
¿Qué encontrarás en este artículo?
Branding: qué es
Según la Asociación Española de Empresas de Branding el “branding es la gestión inteligente, estratégica y creativa de todos aquellos elementos diferenciadores de la identidad de una marca (tangibles o intangibles) y que contribuyen a la construcción de una promesa y de una experiencia de marca distintiva, relevante, completa y sostenible en el tiempo”.
En palabras cortas lo resumiría como: el proceso de creación y gestión de una marca, para que sea reconocible, recordada y asociada a unos valores y conceptos determinados.
Se puede construir una marca alrededor de casi cualquier cosa. Hay marcas de empresas, de productos, de personas, de asociaciones, de partidos políticos, de ministerios etc. Las mismas ciudades y países construyen una marca, algunos de forma más estructurada que otros.
Y es que de forma consciente o inconsciente construimos una marca que nos identifica. Generamos una imagen y despertamos sentimientos, que pueden o no coincidir con lo que a nosotros nos gustaría.
Como bien lo resume Andy Stalman en su libro Band Off/Onn: «el branding no es lo que sientes sino lo que debes hacer que otras personas sientan».
¿Para qué trabajar en la marca empresarial?
Las personas toman decisiones motivadas por razones pero sobretodo por sentimientos, emociones y valores. ¿Si tú y otros más ofrecen exactamente el mismo producto o servicio, por qué una persona optaría por adquirirlo contigo?
Volcado al tema de la comunicación interna. Imagina que uno de tus mejores empleados recibe una propuesta laboral tentadora en la empresa de la competencia. ¿Qué razones tendría ese empleado para seguir contigo? Seguramente el factor dinero juega un papel importante, pero ese no es el único.
Cuando gestionas tu marca empresarial, trabajas en construir tu identidad y tu factor diferencial. Me gusta definirlo como el ADN porque es precisamente eso: un factor único compuesto por diversos elementos, que sumados hacen que tu marca no sea como las otras.
En el branding se trabajan distintos elementos, uno de los más recordados es la identidad visual, que es casi como el empaque de la marca. Pero no es el único. De hecho, cómo luce tu marca es el resultado de un proceso previo donde deben estar claros otros factores que nombraré en las siguientes líneas.
Si quieres saber cómo puedes empezar a trabajar en el branding de tu empresa dale play al video (ve al minuto 5:23). Si prefieres seguir leyendo, salta el video y te veo abajo.
¿Cómo empezar a trabajar en el branding de mi empresa?
Hay tres cosas que deben estar claras y que son la base para la creación de una marca empresarial. Sobre marca personal realizaré otro post, pero estos tres aspectos también los debes tener en cuenta en ese caso.
Analiza a tu audiencia:
Lo primero es tener muy bien definidas a tus audiencias (públicos objetivos). Siempre hablo de audiencias en mis textos porque hay que tener en cuenta que una empresa no solo se debe a los clientes. La marca se debe construir teniendo en cuenta a todos esos públicos (si realmente son de interés).
Segmenta esos públicos por audiencias externas e internas (escríbelas y descríbelas con el mayor detalle posible). Nunca dejes a tus mismos colaboradores por fuera de la construcción de la marca de tu empresa. Ellos hacen parte del engranaje y de lo que representa la organización. Y piensa, ¿si desde adentro no convences, cómo piensas hacerlo hacia afuera?
Observa siempre tu contexto
Lo segundo es reconocer a tu competencia. Si quieres ser diferente debes partir de lo que ya existe. Ten en cuenta que tu marca puede ser una copia o convertirse fácilmente en una, si no observas tu contexto.
Es importante preguntarse constántemente cómo podemos hacer las cosas mejor o de otra forma. Así que antes de pensar en cómo será el logotipo de tu empresa analiza el sector donde te gustaría posicionarte.
Reconócete
Lo tercero es autoanalizarse como empresa. Qué nos motiva a hacer lo que hacemos, qué nos llevó a formar esta empresa, qué soñamos con alcanzar y cómo lo queremos lograr. En este análisis, que muchos catalogan como pérdida de tiempo está lo que nos hace diferentes; porque otros también pueden ofrecer lo mismo que hacemos, pero no movidos por las mismas razones ni valores.
Lo que sigue de aquí en adelante es la construcción de la marca en detalle. Pero si tienes estos aspectos claros, ya tienes unas buenas bases.
En próximos post profundizaré en este tema para que puedas ir construyendo tu marca empresarial.
Si quieres compartir tu opinión o tienes alguna duda sobre este tema, escríbeme un comentario abajo. Estaré encantada de responderte.
Gracias por leer. ¡Un abrazo!
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